Soy de la idea de que todos somos científicos ya que todos nacemos con una habilidad esencial: la curiosidad. Y además una capacidad impresionante de resolver problemas. Si bien el conocimiento teórico nos abre puertas, es a través de la exploración, del hacer con nuestras manos y observar con nuestros ojos, que nos volvemos científicos desde una temprana edad.

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Al menos esa ha sido mi experiencia. Desde pequeña me siento científica, gracias a mis padres y los scouts que me enseñaron a observar mi alrededor, y que todo problema tiene una solución. Quizá me tarde muchos años en poner en práctica lo segundo, pero sin duda la influencia de este modelo educativo en mi infancia fue clave para que yo decidiera estudiar una carrera en ciencias.

Ahora que soy mamá, quiero enseñarle ciencia a mi bebé, que aprenda a amar todas las ciencias:

  • La acción reacción de la física, cuando corra en el parque y juegue con carritos y bloques de construcción y se caiga todo.
  • La electricidad que fluye en todos los aparatos, sobre todo en los focos que iluminan nuestros hogares.
  • La química de la cocina y la bioquímica del cuerpo: ¿cómo se mezclan los sabores? ¿de dónde vienen los nutrientes? ¿cómo se relaciona lo que comemos con lo que sentimos en nuestro cuerpo?
  • La biología del parque, catalogando plantas e insectos y pájaros, dibujándolos y pintando.
  • La geografía y geología de las montañas a las que iremos de campamento y excursión.
  • La astronomía y meteorología al observar el cielo, de día y de noche, despertando las preguntas más comunes (¿cómo está el clima hoy?) y las más profundas (¿de que están hechas las estrellas y por qué están tan lejos?).
  • El lenguaje universal de las matemáticas con la que podemos expresar todo esto y más para entendernos a través de fronteras y culturas.
  • Eventualmente también la electrónica de las computadoras y las máquinas de la industria que hacen posible nuestra vida moderna, y la economía digital.
  • Cómo olvidar la botánica de los jardineros!

¡Todo esto y mucho más que se me ira ocurriendo con los años!

Quizá la capacidad de observar y la curiosidad nos viene de manera natural, pero el método científico es un gusto adquirido. Y creo que es la pieza clave para que las personas se sientan científicas. En mi caso fue hasta la universidad que comprendí las ventajas de la replicabilidad de los experimentos y así distinguir entre simples opiniones y observaciones objetivas que nos llevan a un mejor entendimiento del mundo a nuestro alrededor.

¡Qué gran responsabilidad la de enseñarle a la siguiente generación todo esto! Son ellas los que descubrirán los siguientes adelantos, quizá la fisión, quizá la computación cuántica práctica. ¡O quien sabe qué sea la siguiente barrera del progreso humano! Sin duda, enseñar la ciencia desde pequeños es un paso vital para construir ese mundo mejor que queremos ver.

P.D. Gracias a todas las personas que además de ser científicos, se dedican a trabajar en la ciencia, para que podamos disfrutar de más salud, mayor bienestar, y podamos disfrutar de un mundo mejor. 🌻

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Imagen de portada generada con Venice.ai