La Habana Vieja es un lugar al que siempre me encanta regresar, atraída por sus maravillas arquitectónicas que se conservan como una memoria viviente, permitiéndonos rastrear las huellas de la historia de la ciudad. Las leyendas de sus calles y edificaciones aún se sienten palpables, y sus historias han sobrevivido al tiempo, transmitiéndose de generación en generación.

En este, mi viaje más reciente, disfruté especialmente al descubrir sitios en los que nunca había estado, como fue recorrer la Loma del Ángel, un sitio encantador que solo había oído mencionar a otros.

Al subir una pequeña colina por la calle Compostela y llegar a la cima, me encontré frente a la Iglesia del Santo Ángel Custodio, conocida coloquialmente como La Iglesia de la Loma del Ángel, nombre que identifica este lugar.

Esta iglesia es muy conocida en Cuba no solo por su antigüedad y belleza, sino también por ser uno de los escenarios donde se desarrolla la historia de una destacada novela del siglo XIX, escrita por el eminente novelista cubano Cirilo Villaverde, titulada "Cecilia Valdés o La Loma del Ángel".

Lo que hace a esta novela tan extraordinaria son los temas que abordó en su momento. Su autor describe con precisión las tensiones raciales, sociales y políticas de su época, lo que nos permite entender la vida en la sociedad de aquel tiempo.

Esta obra también relata una trágica, pero apasionada historia de amor, que es el núcleo de toda la novela. Una historia llena de pasiones y conflictos, donde la relación entre sus protagonistas, Cecilia y Leonardo, se ve obstaculizada por diferencias sociales y raciales, convirtiendo su amor imposible en una alegoría de las injusticias sociales de su siglo. La novela es la alegoría con el romance de "Romeo y Julieta", pero desde esta parte se las Antillas.

A la entrada de la iglesia, perpetuando la memoria de esta obra de ficción, se encuentra una escultura a tamaño natural, fundida en bronce, de Cecilia, la seductora y bella mestiza protagonista de la novela.

Además, para acentuar aún más el carácter histórico de este sitio, aquí fueron bautizados José Martí y Félix Varela, dos de las figuras más importantes de la cultura e historia de Cuba.

Visitar La Loma del Ángel me llenó de emoción. Este es un lugar hermoso, lleno de símbolos y significados, un espacio romántico y apacible que nos transporta al pasado, donde la realidad se entrelaza con la ficción en una apasionada historia de amor.

Espero volver aquí, y regresar a la Habana Vieja una vez más para seguirme sorprendiendo con cada rincón lleno de historias.