Todo está mezclado con todo (1/3) - Reflejos

• Parte 1. Reflejos 👈🏼
• Parte 2. Creatividad.
• Parte 3. Inteligencia Artificial.

Todo es un remix.

Y con esto concluyo mi artículo... No, no, no. Es broma, es broma... 😂

Lo menciono porque todas las ideas que voy a exponer a continuación sobre la forma en la que aprendemos, estarán de alguna manera basadas y relacionadas con un maravilloso documental del mismo nombre, en donde se demuestra claramente que no existe nada nuevo u original en la naturaleza, que no sea susceptible de ser aprendido, cognosible, transformado o experimentado infinitas veces.

Si no han tenido la oportunidad de ver ese documental, esta es una excelente oportunidad de hacerlo. Lo dejaré al final del artículo, lo prometo 😉

Esta frase, ha "influenciado" no solamente el mundo artístico, donde es más evidente su "influencia", sino el mundo en general.

Lo que comemos, lo que decimos, como nos relacionamos, y muy importante, el tema de esta serie de artículos: como aprendemos.

En este particular existen 2 conceptos que es importante diferenciar:

• Sobre como aprendemos socialmente
• Sobre como aprendemos biológicamente

Siendo una el reflejo de la otra. Me explico.

Como aprendemos socialmente

En gran parte de la educación formal (colegios, universidades, postgrados, etcétera), es bien común separar, delimitar y categorizar las áreas de conocimiento, las cuales son más sencillas de evaluar, normalizar y categorizar, de cara a un sistema social y político que lo respalde.

Las raíces de esta forma de enseñanza provienen de la Revolución Industrial del siglo XVIII, en donde se daba alta preferencia a la especialización de áreas de conocimiento, especialmente aquellos que pudieran parametrizarse, por ejemplo, operar una cierta máquina, aplicar cierto concepto científico o determinada operación matemática para un solo fin: optimizar la producción de bienes de consumo que aporten a la sociedad.

En la idea platónica de la industrialización, todos los sectores de la sociedad debían estar alineados a este fin. Siendo la educación, la principal influenciada. Se hablaba (y se sigue hablando) en estos términos, de una sociedad industrializada.

La decisión fue simple: categorizar las áreas de conocimiento para "optimizar" el aprendizaje de forma colectiva, aplicando las mismas ideas de optimización de la producción al aula de clases. Entonces se delimitaron (no sin un número bastante grande de iteraciones, variaciones y discusiones a nivel mundial) estas áreas de conocimiento: matemáticas, química, física, mecanización del trabajo, mecánica, deportes, ciencias, estudios sociales, y un largo y detallado etcétera.

Con el tiempo, y la masificación de los métodos de educación tradicional, se fueron creando estos arquetipos de personalidad en los que un estudiante tiene preferencias por ciertas asignaturas pero deficiencia en otras. Y entonces tenemos a quien es excelente en deportes pero pésimo en matemáticas, o viceversa.

Las áreas de conocimiento (llamadas comunmente materias o asignaturas) facilitaron la evaluación y normalización de priorizar unos conocimientos sobre otros, trayendo la inevitable consecuencia de despreciar (socialmente) materias relacionadas con el desarrollo humano, como artes plásticas o música, y enalteciendo las materias científicas.

Esta comparación tan sesgada, no solo ha sido el Talón de Aquiles de la educación formal desde su creación, sino que además es completamente irrelevante en términos biológicos.

Como aprendemos biológicamente

Definir el aprendizaje y los recursos que TODOS los seres vivos tenemos disponibles, es difícil de hacer en un solo artículo, por lo que he dedicado a hacer una serie de artículos. En el siguiente, intentaré detallar como ocurre el aprendizaje biológico, y su relación directa e intrínseca con el concepto de creatividad.

La forma en la que recibimos el conocimiento, y eventualmente aprendemos, es mediante la exposición constante de nuestros sentidos al área de conocimiento que estamos intentando aprender, sea una habilidad, un arte, hacer café o construir edificios. Nuestros sentidos, siendo el principal vehículo de nuestro aprendizaje, éstos pueden ser vistos como organismos en si mismos, en términos simples.

En ese ámbito, David Kolb fue pionero al proponer un inventario de estilos de aprendizaje, partiendo de la base arquetípica de que la percepción del conocimiento, y posteriormente el aprendizaje, es más influenciado por alguna de las habilidades psicomotoras del cerebro que por algún método en particular. Dicho en otros términos: "la percepción define el método de aprendizaje, no al revés".

El test de Kolb es una de las referencias más importantes que se tienen para determinar como aprendemos en términos prácticos, y por ende, favorecer estos estilos de aprendizaje para que sea efectivo, tanto en educación formal como en educación empírica (tambien llamada "autodidacta").

Al final de este artículo encontrarás referencias más detalladas sobre este test, y podrás hacerlo tu también y descubrir cual es tu estilo de aprendizaje😉

Sin embargo, y aunque el cerebro tiene muchos recursos para aprender, resulta curioso (al menos para mí) preguntarse como todo lo que aprendemos (independientemente de la forma) se guarda, porque es curioso como un organismo de kilo y medio (en promedio) pueda almacenar tanta información a lo largo de nuestra vida. ¿No te parece?

Todo el conocimiento está junto

La idea inicial de este artículo era tratar de profundizar un poco el proceso de aprendizaje, pero se hizo un poco más profundo que eso 😅

Suena simplista decir que "todo el conocimiento está junto" como inciso de un subtítulo, pero realmente es mucho más complejo que eso.

Las áreas de conocimiento propuestas en la educación "industrial" del siglo XVIII son solo categorías parametrizables para hacer más digerible el conocimiento (desde el punto de vista de la sociedad industrializada, ojo). Esto a nivel biológico es completamente irrelevante.

¿Por qué lo digo? Hablemos de las neuronas 🤓☝🏼

Solo el hecho de que un conjunto de células diminutas, capaces de generar y traducir toda una amalgama de impulsos eléctricos y convertirlo en algo consciente y "real", ha impresionado y sigue impresionando a la ciencia en general. Porque además de que se han determinado nuevas teorías educativas para aprender mejor basadas en este conocimiento de las neuronas, como la teoría de las inteligencias múltiples, el método Montessori para aprendizaje temprano, y otras pedagogías alternativas, se han encontrado nuevas formas de modificar este comportamiento natural, "hackeando" la forma en la que las neuronas hacen este proceso, tanto a nivel químico como a nivel empírico.

En algo tan simple como ir al mercado, seleccionar las compras de nuestra lista, tomar decisiones sobre que productos comprar y bajo qué criterios, pagar con el o los medios de pago, recibir cambio y organizar la compra, hay todo un conjunto de conocimientos que vistos así, ya no nos parecerían tan banales, ¿cierto?

Detente a pensar un momento en la cantidad de decisiones basadas en la (poca o mucha) información que tengamos: rutas de transporte, economía, salud, química, matemáticas, y puede que algo de física y de valores humanos 😂 ¿Suena extraño, cierto?

La razón por la que no nos detenemos en ser conscientes de lo que aprendemos (esto es llamado cognosibilidad), es porque tendemos a pensar más en el resultado que en el proceso de aprenderlo en si mismo. La respuesta a esto lo tiene, de nuevo, la neurona como modificadora y creadora de nuestra realidad.

Y sin embargo, hay conceptos y teorías que explican con mayor profundidad este proceso de aprendizaje, como el entrelazamiento cuántico.

Entrelazamiento cuántico

En términos simples, el entrelazamiento cuántico se refiere al fenómeno físico (teórico) de que dos átomos, no importa el espacio físico en donde existan, si hacen colisión o se rozan por primera vez, éstos compartirán materia y energía, algunas veces modificando su trayectoria permanente, ignorando la distancia entre éstos, incluso a traves de realidades o de universos.

Esto es material de ciencia ficción, sin duda 🙃

Y es sin duda, la fuente de inspiración de muchos temas de ciencia ficción, como la teletransportación, los viajes a la velocidad de la luz a otros planetas o universos, la Esfera de Dyson, entre otras cosas.

A pesar de lo teórico del concepto, el conocimiento que adquirimos en nuestra vida parece estar definido en su totalidad por éste. En la naturaleza, por ejemplo, aunque la planta no es "consciente" (en terminos humanos, pues sabemos que es "sintiente") de lo que sabe, de una forma intuitiva "sabe" como buscar los nutrientes, donde plantar las raíces, como buscar la luz y como reproducirse. Todo este conocimiento tangible que las plantas (y también animales) ha sido un proceso largo de evolución y de aprendizaje transmitido, compartido e intercambiado de generación en generación.

Lo cierto es que cada conocimiento ha sido influenciado, copiado, transformado o inspirado por algo más. Aunque algunas veces ese algo más no pueda ser definido, como la realidad misma. Puedes llamarles "átomos", "energía", "espíritu", "karma" o "fé", y la idea seguiría siendo válida.

Sin ponernos muy místicos, la realidad que experimentamos (y todo lo que aprendemos) es, en mayor o menor medida, consecuencia directa del entrelazamiento cuántico, porque nuestros átomos interactúan con los átomos de otras cosas que existen junto a nosotros, y nos parecen reales.

Es pues, la realidad que experimentamos, una mezcla, y además un reflejo consciente de lo que sentimos, pensamos y sobre todo, lo que aprendemos.

Espero profundizar más en el siguiente artículo ✌🏼

¡Nos leemos pronto, amigos!

Lo leíste de un aguacate 🥑

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P.D.1. Esta es una nueva edición del documental, pero el original es de 2016. Es mucho mejor si lo ves en su idioma original.

P.D.2. Acá tienes una versión online del Test de Kolb.