Recientemente, descubrí una aplicación que ha despertado en mí una sensación de nostalgia y he vuelto a esos días de mi adolescencia que tanto me marcaron. Todo comenzó de una forma bastante común en este mundo digital, navegando por Facebook. Como suele suceder con las aplicaciones hoy en día, un anuncio apareció en mi feed; el contenido que vi me llamó la atención de inmediato. Se trataba de una app llamada DramaBox, y aunque solo pude ver algunas escenas, lo suficiente fue para que me quedara fascinada.
Antes de entrar en detalles sobre mi experiencia, permítanme hacer una pequeña introducción sobre qué es exactamente DramaBox. Según Google, DramaBox es una plataforma que ofrece una vasta selección de películas y series en formatos cortos, disponibles a través de su aplicación móvil. Lo interesante de esta app es que su contenido es principalmente original, abarcando una amplia gama de géneros como comedia, thriller, romance, entre otros. Este enfoque en contenido exclusivo me resultó muy atractivo, especialmente por la premisa de ver historias que no son del todo convencionales.
Las primeras escenas que vi en DramaBox me hicieron sentir una emoción que no experimentaba en años. Esa sensación me recordó mucho a cuando era joven y pasaba horas leyendo fanfics en plataformas como Wattpad. Para los que crecimos en esa época, Wattpad fue la puerta de entrada a historias inusuales y muchas veces, no tan pulidas en su forma o estructura, pero que aun así eran increíblemente adictivas. Recuerdo pasar noches enteras leyendo esos relatos llenos de drama, giros inesperados y personajes exageradamente idealizados. A pesar de la simplicidad de muchos de esos escritos, había algo en ellos que me atrapaba. Esos fanfics de jóvenes escritores, que tal vez no eran “grandes obras literarias”, tenían algo que los hacía irresistibles, como si estuvieran impregnados de una esencia que provocaba una especie de adicción. Extraño profundamente esa época; nunca más he vuelto a sentirme de esa manera.
Ver DramaBox me hizo sentir exactamente lo mismo. La emoción y la nostalgia que sentí al ver estos contenidos breves y cargados de drama fue como regresar a mi juventud, ese momento en el que las historias y los personajes parecían ser todo lo que importaba. Fue un viaje al pasado, uno que me hizo sonreír y recordar cómo me enamoraba de historias tan simples pero que, en su momento, me parecían lo más fascinante del mundo.
La aplicación en sí misma tiene una interfaz bastante simple y accesible. Me recuerda un poco a otra plataforma que también disfruté mucho en el pasado: Lezhin. Para acceder al contenido en DramaBox, es necesario obtener monedas, lo cual es algo común en muchas plataformas móviles de entretenimiento. Hay dos formas de conseguirlas: pagando una suscripción mensual o anual, o viendo anuncios para ganar monedas. Dado que no tengo la costumbre de pagar por suscripciones, No es algo que mi sueldo me permita, jaja, he optado por la segunda opción: ver anuncios. Y aunque al principio me sentí un poco frustrada, con el tiempo me acostumbré a hacerlo. No es la forma más rápida ni la más cómoda de ver contenido, pero en cierto modo, se convierte en parte del ritual. Llega un momento en que se vuelve una costumbre, y la verdad, me sorprende cuando no lo hago, jaja.
Es importante mencionar que la mayoría del tiempo que pasé explorando la app se fue en ver anuncios. La cantidad de anuncios es impresionante, y aunque soy consciente de que son la forma en que los desarrolladores de la app monetizan el servicio, no deja de resultar un tanto molesto. A pesar de eso, no me quejo demasiado. Es lo que tengo, así que con eso me las arreglo. Ya he aceptado que vivir en la era digital implica lidiar con estos inconvenientes, y es parte del trato. Después de todo, la app es gratuita, y eso tiene su precio.
Pero más allá de la interfaz o el proceso para obtener acceso a los contenidos, lo realmente interesante y lo que me atrajo de DramaBox fue el tipo de historias que ofrece. A diferencia de las plataformas de streaming tradicionales, que presentan series y películas de mayor duración y complejidad, DramaBox se enfoca en historias cortas, fáciles de digerir y con una producción que, aunque no es de la más alta calidad, tiene su encanto. Es lo que me fascino del asunto en primer lugar. En lugar de ofrecer una temporada de diez episodios de 40 minutos cada uno, cada historia en DramaBox está dividida en capítulos breves de no más de 2 minutos. Esto hace que la experiencia sea rápida, casi como un snack visual, que se puede consumir en cualquier momento y lugar.
Hasta el momento, he visto solo un par de títulos, pero uno de ellos ha sido el que más me ha impactado. Se llama ‘La Obsesión de la Mafia’, (De hecho, el anuncio que vi en Facebook era sobre esa historia en particular, y fue justamente el motivo por el que decidí descargar la app) y es tan… cringe que no puedo dejar de verlo. Es un tipo de contenido que provoca una mezcla de sensaciones contradictorias: me siento avergonzada, pero al mismo tiempo, no puedo dejar de verlo. Cada escena es tan exagerada, tan melodramática, que te hace pensar en lo absurdo de la situación, pero esa misma exageración es lo que hace que no puedas apartar la mirada. Es adictivo, extrañaba esa adicción.
Para aquellos que no están familiarizados con el término “cringe”, es una palabra que se ha popularizado entre los jóvenes, especialmente en redes sociales, y se usa para describir situaciones que causan vergüenza ajena. Es un tipo de incomodidad que surge cuando algo es tan torpe o inapropiado que se vuelve difícil de mirar. Sin embargo, en el contexto de DramaBox, esa incomodidad tiene una especie de atractivo. A pesar de la mala calidad del guion, las actuaciones forzadas y la edición que deja mucho que desear, no puedo evitar sentirme fascinada. Es un tipo de placer culpable que me hace reír y sonrojarme al mismo tiempo.
Lo interesante es que, a pesar de la “baja calidad” de la serie, la trama sigue atrapándome. La historia, a pesar de ser tan cliché, está tan bien construida en su simplicidad que me resulta adictiva. Los giros dramáticos, las actuaciones exageradas y los momentos de tensión completamente irreales tienen algo tan especial que se convierte en un placer culpable. Es como esos libros de Wattpad que, aunque sabías que no eran las mejores historias, te mantenían enganchada. Y, al igual que esos relatos, ‘La Obsesión de la Mafia’ tiene una forma peculiar de arrastrarte hacia su mundo, aunque te des cuenta de lo absurdo que todo es. Sigo asombrada de lo invertida que estoy en la historia, sabiendo que no es de las mejores. Pero creo que ese es precisamente el encanto: es tan absurda que termina siendo buena.
En cuanto a la calidad de la producción, es evidente que no se trata de una superproducción con grandes presupuestos. Sin embargo, es esa falta de perfección la que hace que la experiencia sea aún más divertida y única. Los errores de actuación, la falta de sutileza en los guiones y los diálogos cargados de drama pueden resultar incómodos en algunos momentos, pero son precisamente estos elementos los que generan una sensación de nostalgia y me transportan a una época en la que disfrutaba ver contenido que era tan malo que era bueno, no hay otra forma de decirlo.
Es difícil describir con exactitud por qué me siento tan atraída por este tipo de contenido. Tal vez sea por la facilidad con la que me permite desconectar de la realidad. Tal vez sea porque, a pesar de sus defectos, me recuerda a un momento de mi vida en el que todo parecía más simple y las pequeñas historias me mantenían ocupada durante horas. Es un tipo de “cringe” reconfortante, que te hace sentir como si estuvieras viendo algo prohibido o inadecuado, pero que, en el fondo, sabes que no puedes dejar ir.
Al final, ¿es esto bueno o malo? Bueno, depende de cómo se mire. No estoy segura de que esta app sea para todos. Puede que a muchos les resulte insoportable, y es comprensible. Sin embargo, para quienes disfrutaron de las historias simples de Wattpad o aquellos que, como yo, buscan algo rápido, entretenido y con ese toque de “cringe” tan único, DramaBox puede ser una experiencia divertida. No es algo profundo, ni mucho menos, pero a veces, eso es lo que más se necesita: una distracción sencilla que nos haga reír y sentirnos un poco más jóvenes.
DramaBox es una de esas apps que, aunque no sea revolucionaria ni esté hecha con los estándares más altos, tiene algo que engancha. Tal vez no sea la app más refinada ni la mejor producida, pero es imposible no encontrarle algo de encanto. Si alguna vez te encuentras buscando algo para ver, que te haga sentir un poco como una adolescente de nuevo, con la misma energía para ver algo que te haga sonrojar y reír, DramaBox podría ser la app que necesitas. Y si no te gusta, no pasa nada, tal vez otro tipo de contenido sea lo que realmente te atraiga.