Siempre me ha llamado la atención el espacio. No sé si les pasa, pero cada vez veo nuestro planeta más pequeño. Es gracias a las comunicaciones, el internet y las nuevas tecnologías lo que logra interconectarnos a todos. Es irónico que podamos establecer una relación más duradera con una persona, literalmente, al otro lado del mundo que con nuestros vecinos. Y es que el idioma, poco a poco, está comenzando a derrumbarse como barrera. Esto gracias a los sistemas de traducción, que cada vez son más eficaces. Otro de los grandes inventos de la serie Star Trek, hecho realidad, el traductor universal. Estoy seguro de que, hoy en día, debe haber alguna compañía diseñándolo.
Y nos damos cuenta de que a pesar de que tenemos culturas distintas, que todos somos iguales, con los mismos problemas, frustraciones, deseos y emociones.
Según un relato de la mitología griega, en la antigüedad los humanos eran completos. Con cuatro brazos, cuatro piernas y dos cabeza. Eran seres poderosos y en su arrogancia desafiaron a los dioses. Esto provocó la ira de Zeus y los castigó dividiéndolos en dos mitades, con diferentes sexos. Esta división dejó a los humanos con un profundo anhelo de encontrar a su otra mitad. Desde entonces, sentimos esa necesidad de buscar nuestra otra mitad.
¿Será por esta razón que sentimos esa necesidad imperativa de buscar incluso fuera de nuestro planeta? Ese anhelo de explorar nuevos mundos, de adentrarnos a lo desconocido y de buscar vida inteligente es ¿acaso nuestro apremio por encontrar la parte que nos falta?
Por otro lado, me cuesta creer que siendo el universo tan extenso y gigantesco, existan personas que no crean que haya vida fuera de este planeta más allá de lo que conocemos como la Tierra. Anteriormente, nuestros antepasados solían pensar que todos los planetas e incluso el Sol giraba alrededor de la Tierra. ¡Imagínense el choque emocional, mental, social, político que habrán sufrido esas élites del saber al darse cuenta de que todo lo que pensaban era falso!
Pues lo más cercano que tenemos, luego de nuestra Luna, son los planetas de nuestro sistema solar. En donde sabemos que no hay vida (supuestamente), ya que de lo contrario habríamos tenido noticias. Más allá de eso está la Vía Láctea, que es la galaxia donde vivimos en la cual no somos sino una minúscula mota de polvo en el gigantesco mantel que esta representa.
Es que realmente a penas conocemos a la gente de nuestro barrio. En 1977, la NASA lanzó Voyager 1 y Voyager 2. ¡Estas sondas llevaban a bordo el famoso Disco de Oro! En realidad no era de oro, era de cobre enchapado en oro. Así que no se hagan ideas de robar las sondas porque son pura bisutería. 🤣
En realidad son como una cápsula del tiempo. Ambas contiene una selección de sonidos e imágenes diseñadas para retratar la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra. Incluye saludos en 55 idiomas, sonidos naturales como el canto de las aves y las olas del mar, música de distintas culturas (por ejemplo, piezas de Bach, Beethoven, y música tradicional de diversas regiones) y 116 imágenes que ilustran aspectos de la vida humana, la ciencia y la naturaleza.
Un montón de cosas que quiero que mantengan en mente porque más adelante hablaremos de esto.
Este par de naves apenas tocaron el borde de nuestro sistema solar en el 2012, es decir, 35 años para llegar a la frontera final. La zona que llaman la heliopausa, el punto donde el viento solar de nuestro Sol (me entero de que el Sol eche aire) deja de tener influencia y comienza el espacio interestelar. En realidad las dos sondas no iban juntas. Cada una iba a tomar fotos de los planetas más grandes: Júpiter, Saturno, Urano, etc. La Voyager 2 llegó a la heliopausa en 2018.
Estas señoras seguirán enviando información hasta finales de 2030 que se les acaba la gasolina. De ahí serán chatarra espacial. Supongo a partir de ese momento será que los extraterrestres puedan encontrarse con esas sondas y darse cuenta de que en este sistema solar hay vida inteligente. Eso llevará tiempo, y veremos por qué.
El meollo de todo este cuento es que ninguna de esas naves y la otra llamada New Horizons que fue lanzada en 2006 y para el 2015 estaba en Plutón, no han demostrado que haya vida inteligente en todo nuestro sistema solar, o por lo menos es lo que nos han hecho saber. Pero esto no quiere decir que no existan. Imaginen que debemos pasar como 10 años para poder llegar a alguna parte dentro de nuestro patio.
Sin embargo, para salir de nuestra urbanización, hay algo más. Resulta que todo nuestro sistema solar está envuelto en una nube, que cubre todo como si estuviera dentro de un globo, como esos que regalan en Navidad, de esos que agitas y pareciera que nevara. Esta nube se llama Nube de Oort. Claro, esto es algo hipotético, deducido por los científicos, puesto que nadie ha llegado hasta allá.
¡Para traspasar esa nube tardarás unos 30 mil años! Así que siéntate un rato, para que no te canse la espera, ya que las probabilidades de que te visite un marciano han disminuido un montón. ¿Aún recuerdas que somos una mota de polvo dentro de la inmensidad de la Vía Láctea?
Supongo que así como nuestros antepasados recibieron ese choque impactante al darse cuenta de que no somos, sino un pequeño planeta entre millones; hoy en día, muchas personas, fanáticos religiosos y no creyentes caerían muertos el día en que los extraterrestres tengan un contacto del tercer tipo con nosotros. Me pregunto si los testigos de Jehová tocarían las puertas de un platillo volador para llevar la palabra del Señor… 🤣
No obstante, a pesar de que hay personas que no creen en los extraterrestres o simplemente no les importa. Hay quienes sí. Estos incluso han desarrollado teorías que examinan todos los aspectos del porqué no hemos tenido contacto con vida inteligente alienígena. Entre ellos está la Paradoja de Fermi. La cual examina razones como:
- Falta de detección: Las señales de otras civilizaciones podrían ser indetectables
- Vida poco común: Tal vez la vida, especialmente la vida inteligente, es extremadamente rara
- Autodestrucción: Las civilizaciones avanzadas podrían tender a autodestruirse antes de alcanzar un nivel de desarrollo capaz de viajar por las estrellas
- Civilizaciones pasivas: Algunas civilizaciones podrían haber optado por no expandirse Civilizaciones avanzadas invisibles: Podría haber civilizaciones tan avanzadas que simplemente no se manifiestan de formas que podamos observar.
- Hipótesis del zoológico: Esta teoría sugiere que las civilizaciones extraterrestres nos están observando, pero han optado por no hacer contacto.
- Estamos en una simulación: Algunos filósofos y científicos, aunque descabellado, han propuesto que el universo podría ser una simulación, como la película Matrix.
Lo se, suenan como una locura. Pero, científicamente, lo creas o no, todas son posibles.
Pero la que más me llama la atención es la del Bosque Oscuro. Que nos previene de tener o buscar contacto con otras civilizaciones. Es tan oscura que incluso asegura que podríamos ser víctimas de tecnologías superiores.
La idea se basa en que el universo es como un "Bosque Oscuro", donde cada civilización es un cazador que acecha en silencio, tratando de no revelar su posición. Si una civilización hace saber su presencia, corre el riesgo de ser destruida por otra que la perciba como una amenaza. La teoría dice que es racional que las civilizaciones inteligentes permanezcan en silencio y eviten activamente el contacto, por miedo a ser aniquiladas.
Esto como que no lo tenían presente los que hicieron el disco de oro (¿Lo recuerdas?). 🤣 Eran otros tiempos, ¡Tiempos de amor y paz!
Nuestra generación ha sido testigo de lo que sucede cuando dos razas, una superior que la otra, tecnológicamente hablando, tienen un primer encuentro. ¿Alguien recuerda qué sucedió con los habitantes del continente Americano? Me refiero a los indios, indígenas, llámalos como quieras.
Pues a esto me referiero, ¿queremos terminar como los Aztecas? ¿Mayas? ¿O como los pocos indígenas que quedan? Arrumbados a un espacio controlado por los gobiernos y expuestos a ser invadidos o exterminados en cualquier momento, con o sin intención...
¿Sueno fatalista? ¡No me acribillen! De pequeño siempre soñaba con formar parte de la tripulación del Enterprise. Y esperaba ese día donde conoceríamos una especie avanzada que nos compartiera su tecnología y avances científicos.
Hoy en día, no lo espero con tanta emoción.
¡Gracias por visitar! Hasta la próxima 👋😄