El rocío, bañado en la luz de la luna, chocaba contra el cristal de una pequeña casa a las afueras de la ciudad. Encogido, un niño de diez años lloraba: se había caído esa misma tarde mientras jugaba con sus compañeros. Sus padres habían intentado de todas las formas posibles hacerle sonreír pero no lo lograron. En realidad nunca lo hicieron, su hijo, Rodrigo, nunca había mostrado atisbos de felicidad u otro sentimiento positivo. Ese hecho aterraba a los progenitores. Desde hace varios años se dieron casos de bebés, niños y adultos que eran incapaces de sentirse alegres. Estas personas tendían a ser muy depresivas o a convertirse en insensibles.Como todos los padres ellos no deseaban que su hijo fuese uno de ellos. Les rompía el corazón el mero pensamiento relacionado con el tema.
Rodrigo siempre había sabido que era diferente no sabía lo que era la “Felicidad” pero sí lo que era la tristeza.. “¿Qué habrá al otro lado de la frontera que me separa de mis compañeros?” se preguntaba el pobre joven, “¿Podré llegar a ser aceptado por el resto?”
Esa noche su cansancio le superó y después de llorar se quedó profundamente dormido. Cuando todas las luces dejaron de iluminar el hogar una extraña sombra se introdujo sigilosamente en la habitación del niño. En el momento en el que el ser se acercó al muchacho una pequeña flor que se encontraba en sus manos comenzó a brillar permitiendo descubrir al portador de esta. Una chica menuda y de cabellos oscuros observaba atentamente la escena. El brote flotó en el aire y se introdujo en el pecho del crio.
Una extraña sensación de calidez se adueñó del dormitorio. La extraña sonrió pero no fué de felicidad sino más bien de tristeza. En el momento en el que se iba a ir Rodrigo abrió los ojos y agarró su muñeca impidiendo su alejamiento.
—¿Qué me has hecho?— inquirió el niño mirándola fijamente—. ¿Por qué me siento tan contento?— Lágrimas surcaban sus mejillas, la chica no pudo evitar sonreír ampliamente al verlo tan emocionado.—¿Quién eres?
—Es un secreto—respondió—.Pero te puedo asegurar que por fin podrás conocer el otro lado. Lo único que te pido es que cuides bien de tu flor y no dejes que lo sentimientos negativos que te han estado acechando se hagan con ella y la destruyan. No seas como los demás.
“¿Cómo era posible que ella supiese de sus inquietudes?¿De mi deseo de ser aceptado?” se preguntó Rodrigo que miraba a la intrusa como si esta fuese una heroína.
En el momento en el que iba a expresar su pensamiento en voz alta la sala comenzó a resplandecer, era tal el brillo que lo cegó durante unos instantes.
El niño me miró esperando mis respuestas a sus dudas a cerca de su extraño cambio que su alma había sufrido pero no le pude responder. Eran conceptos que los vivos no podían adquirir. Lo único que pude decir fue que era un secreto y darle una pequeña advertencia. En ese preciso momento me tuve que despedir de esta dimensión.Volvería a ese lugar sin haber logrado nada. Su dormitorio comenzó a esfumarse y a transformarse en lo que es la línea entre la muerte y la vida, es decir, una barrera divisoria de la que no podías atravesar ni escapar.
—¿Qué es este lugar?—una voz temblorosa se escuchó. Me sorprendí al encontrarme con el crío de antes. ¿Cómo era posible? Parece que el destino quiere que le dé respuestas y una parte de mí insistía en que era lo correcto. ¿Acaso él podía marcar una diferencia y ayudarnos? No lo sabía, pero dudo que el decírselo produjese algún inconveniente en el futuro.
—Este lugar no posee nombre alguno pero se podría decir que aquí acaban las almas que no poseen semillas o que las perdieron en un pasado.
—¿Semillas?¿Acaso este lugar es un jardín?
—Puede ser—.Miré el campo que nos rodeaba. Miles de capullos de diversas flores y exóticos colores se congregaban formando un panorama mágico ante el observador. El viento era cálido y un tanto melancólico. —Las personas nacemos con una pequeña semilla que nos regala la vida. Gracias a ella somos capaces de sentir dicha. Esta semilla crece conforme nosotros cambiamos y es regada por nuestras risas y momentos de bienestar.—Algo de loque to privé a un ser de una manera egoísta—. Cuando la flor no dá más de sí se marchita. Lo que produce la muerte del portador y es transportado a la muerte a recibir su segundo regalo.Nosotros estamos predestinados a seguir un camino en el que recibimos múltiples obsequios hasta alcanzar la meta.. Puede que al llegar a ella nos inundemos de tranquilidad y de bienestar o no.— “Teniendo en cuenta mi situación dudo mucho que yo pueda llegar a ella, espero que él lo logre.”reflexioné antes de proseguir con mi relato.— Otra semilla resurge de la flor marchita y se sitúa junto a la flor de los familiares y amigos. Es un pequeño regalo que nos dan . Ella nos aportará fuerza y apoyo impidiendo que nos desmonoremos.—Llegaba el momento de la verdad.—Desafortunadamente la flor se puede romper a causa de la negatividad, la depresión y la angustia. Es verdad que somos capaces de crear otra nueva con el apoyo de nuestros familiares y amigos. Esto se debe a que nos traspasaron una pizca de su magia. A veces encontrar esa ayuda no es posible. También puede ser que ésta no sea capaz llegar al afectado.Por último, pero poco habitual, esa semilla se nos pierde.
—Yo la perdí.—Aseguró interrumpiéndome.—Creo que acabó en tus manos y de alguna de forma volviste al mundo terrenal a buscar tu flor para no tener que volver a encontrarte estancada en este lugar y poder continuar con tu recorrido.—Cierto—Además, querías saber quién era el dueño para poder devolvérsela. Pero solo llegaste a una respuesta, la otra no se te presentó. —Ante sus palabras comencé a llorar, más de alivio que de tristeza. ¿Quién podría haber imaginado que este chico hubiese sido capaz de llegar hasta mi interior? — Desolada volviste a este lugar. Un sitio lleno de flores olvidadas. Un espacio dedicado para albergar a las almas perdidas.—Así es. En este paraje durante mucho tiempo he vagabundeado— Dudo que sea tan triste como lo pintas.—Sus palabras me tomaron por sorpresa.— Un lugar tan hermoso no tiene derecho a sentirse triste.Depende de la forma en la que lo mires.—En ese momento sus palabras cobraron forma y ante mí una visión totalmente se me presentó. De las flores surgieron recuerdos dorados, rosados, blanquecinos. En ellas se mostraron todos instantes en los que su dueño había sido plenamente feliz, que se había mostrado al mundo sin temor de su opinión. Eran ellos quienes te hacen humano. Sus palabras hicieron eco en mi ser. Me sentí tan ligera...Me dí cuenta de que ambos pechos, el suyo y el mío, brillaban al unísono.— Sospecho que aquí se reúnen las flores para apoyarse y cuidarse. Gracias a este lugar almas como tú pueden—señaló mi pecho—recuperar lo perdido. Transmite una paz que hace que piense que este espacio sí que tiene un nombre que es “Remanso de paz”.—Pareció que había ganado confianza en sus palabras:— Si las flores pueden ayudarse mutuamente no hay razón para que nosotros no podamos. Todavía hay esperanza.
—Esperanza—musité embelesada. La esperanza era una buena amiga que nunca nos abandona, incluso en nuestros momentos más duros se encontraba con nosotros.—, tienes razón.— Nunca es demasiado, siempre se puede hacer algo más.—¿Quién eres?—no podía ser humano y mucho menos un crío de diez años.
—Soy uno más pero quiero ayudar a los que quieren ocasionar un cambio.—Se detuvo unos segundos, saboreando lo que iba a decir—Me reconforta el hecho de que la muerte no sea el final.—Suspiró de alivio— Gracias por todo—Eso es lo que tendría que decirte yo. Me encontraba muda, creí que si hablaba la magia se rompería.No quería que finalizase. Ambos habíamos sido infelices por un largo tiempo y por fin éramos libres—.Te veré en la muerte y —Me tendió su mano—recibamos juntos su regalo.—No tomé su mano, le abracé Cuando nos separamos ambos comenzamos a desvanecernos para tomar caminos distintos. Él volvería al mundo de los vivos y yo partiría al de los muertos y en esta ocasión no temería a lo desconocido. Afortunadamente el impulso de mejorar tras esta experiencia y el saber que después nos encontraríamos nos unía. La próxima vez que nos encontremos te agradeceré y te preguntaré tu nombre porque el darle nombre a las cosas es realmente importante.
Y tú,¿ qué harás? ¿Cuidarás de tu flor y aportarás tu granito de arena?Ambos logramos superar nuestra frontera que nos separaba. No hay razón para decir que no puedes hacerlo con la tuya. No te preocupes si solo no puedes, hay muchas personas increíbles dispuestas a acompañarte en tu travesía. Hay muchos tipos de fronteras a las que desafortunadamente los humanos debemos afrontar. Se encuentran las materiales como son el dinero y el físico.No dejes que tu vida dependa de algo así, tú eres bello tal y como eres. Es nuestra personalidad y nuestra forma quienes nos embellecen y dan brillo a nuestra sonrisa . El eco de los insultos y situaciones dolorosas se pueden transformar en voces que se deslizan por nuestro interior y que nos susurras lo incapaces que somos e inútiles son otro tipo obstáculos. Son voces, no realidades, y tampoco son un peso sobre nosotros por lo que levántate bien orgulloso. Son palabras dañinas, eso es verdad, pero provienen de enemigos. Transforma el amor que nos dan nuestros seres amados en un escudo y repele las. Tú no eres una simple opinión, eres mucho más. Hay otras que somos nosotros quienes las alzamos: Nos apartamos del resto y sufrimos en soledad. Te recomiendo que abras un agujerito en esa barrera y atrévete a mirar. Puede que no sea todo como pensaste que era. La última que mencionaré será el temor a lo desconocido. Pero, ¿no son las incógnitas un reto? Pues disfruta de ellas pero que no se conviertan en nuestro foco de atención. Seguro tienes otras tareas como son demostrar a las personas cercanas cuánto las quieres, ver esa serie de televisión que tanto te apasiona o hablar con tus compañeros. Y mientras que tú disfrutas sucede que tu flor va creciendo a la vez que se te abren más horizontes y más fronteras se te cierran. Nunca estás solo los que te quisieron, te quieren y te querrán siempre se encontrarán a tu lado en tu pecho brillando como luceros. No permitas que te rompan y, por favor, no dejes que tu alrededor se desmorone. Aporta tu granito y prosigue con tu camino.¡Buen viaje y hasta luego!
¡Cloto presente y saludando a todos aquellos que llegaron hasta aquí! Tenia diversas ideas de cómo escribir mi primer texto (con retraso, lo sé) para esta tercera edición. Y, en mi búsqueda de inspiración, me encontré con este borrador de hace más de 7 años. Sé que no es perfecto, era muy joven de aquella, sin embargo quería compartirlo un poco más completo. Muchas gracias por leerlo.
Y gracias al niño, ahora un adulto de quién su rostro difumino en mis recuerdos, que me inspiró a este retrato. Gracias.