1. Nacemos artistas y la sociedad nos corrompe

El espíritu creativo vive en cada uno de nosotros. Me cuesta creer que haya una sola persona en el mundo que no tenga un lado creativo. La mayoría, pasan toda su vida sin explorar ese lado, pero bien que ese espíritu reside dentro de ellos.Si miramos con detalle nuestras vidas, creo que todos podríamos identificar momentos cuando niños donde hicimos algo con nuestra creatividad. Cosas como colorear y dibujar, cantar canciones que escuchaban en la radio, escribir una nota bonita a tu madre o padre o a tu primera novia, bailar, crear un avión o un barco de papel, etc. Todos tenemos una mínima interacción con el arte y la creatividad cuando éramos niños.

Desafortunadamente la infraestructura de las sociedades que hemos creado no soporta que todos seamos artistas, y por el contrario, tenemos la tendencia a apagar la llama de este espíritu en la forma en que criamos y desarrollamos a la mayoría de los humanos.

Todo está compartimentado. Aprendemos sujetos o materias, pero no hay una síntesis que una todo lo que aprendes, y nos volvemos seres miopes que sólo sabemos hacer una sola cosa, y por ende terminamos con la mayoría de profesiones vacías de arte.

2. La creatividad no muere, muere el arte

Por más que la sociedad intenta hacerlo, no es posible matar la creatividad. Lo que hacemos es dejar de emplearla para bienes artísticos. Pero la creatividad sigue ahí. Es mayormente empleada en todos los ámbitos como una herramienta para resolver problemas. La vida es un problema tras otro para resolver y bien que nos funciona la creatividad para poder navegar estos tropiezos, sobre todo, cuando hay escasez de recursos y hay competencia en el mercado.

Lo que no entiende aquella parte de la sociedad a quienes apagaron su lado artístico, es que crear arte también es una serie de resolución de problemas. Si uso el color verde en vez del azul en mi pintura es un problema a resolver. Si uso un acorde menor en vez de un acorde mayor en cierta parte de mi canción es un problema a resolver. Con qué materiales crear mis cerámicas, una coreografía de danza, cómo comunicar algo a través de un poema, etc, todas esas cosas son problemas a resolver que emplean la misma parte del cerebro que se usa para ingeniarse la forma de cómo pagar el arriendo este mes.

Entonces no es cierto que la creatividad muere, solo dejamos de dirigirla al arte.

3. El gran meme: “Del Arte No Vive Nadie”

Todos los que persiguen algún camino artístico se encuentran con la dificultad de que la sociedad ha internalizado que las personas no pueden vivir del arte y por lo mismo encuentran bastante oposición de sus padres o personas que deberían estar apoyando su emprendimiento pero basados en la duda creada por este gran meme temen el fracaso de sus seres queridos que quieren perseguir una vida artística. A cambio quieren que dejemos el arte de lado y persigamos algo que sí genera estabilidad económica.

Pero hay una gran parte que no es explicada por las personas de la sociedad que han internalizado este meme, y por eso no han explorado ellos mismos el arte. Si les preguntas, ninguno de ellos quisiera vivir en un mundo vacío de arte. Todos son consumidores de arte, música, cine, fotografía y más. Olvidan que el arte enriquece nuestras culturas y el alma.

Nuestra batalla es vencer ese meme, y seguir recordando a la gente que es mejor vivir en sociedades llenas de arte.

4. Somos exploradores

Desde la prehistoria los homosapiens traemos ese espíritu explorador. Caminamos el planeta queriendo saber que hay al otro lado del horizonte. Una meta que seguía corriendo y nos seguía invitando a seguir explorando. “Que hay allá?”, preguntaba nuestra imaginación, pintábamos en ella las posibilidades que podríamos encontrar.

Luego, literalmente, comenzamos a pintar en las paredes de nuestros refugios las narrativas de estos viajes, ilustrando el sol, las estrellas, las montañas, los árboles, ríos e incluso nuestras batallas con predadores que demostraban la dificultad de estas aventuras. Estas ilustraciones no eran simples pinturas, sino que también eran narraciones que explican el zeitgeist de nuestra cultura en aquellos tiempos lejanos.

También fue el inicio de otro tipo de exploración. Aquella que viajaba a los rincones más remotos de nuestras mentes y nuestros corazones. Con ayuda de bebidas psicodélicas y shamanes, dimos luz a los límites de nuestra imaginación retroalimentando y avanzando nuestras culturas con estas narrativas ilustradas creando mitos y leyendas sobre lo que creíamos que es el universo, el origen de nuestros ancestros, el significado del firmamento, los ciclos de la tierra y lo que podríamos esperar del futuro. Lo hicimos con rituales, de una forma verbal, con ilustraciones de nuestros sueños, con música y con danza. Y replicamos esto en todos los rincones del planeta.

Hoy en día seguimos explorando. Habilitados por nuevas tecnologías, seguimos persiguiendo ese horizonte que se sigue moviendo, tratando de alcanzar las estrellas y otros planetas, y continuaremos, con nuestro arte, también explorando nuestro ser interno, ilustrando y narrando nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

5. No tienes que ser un experto

No tienes que ser experto para explorar tu lado creativo y artístico. Robando del punto anterior, nuestros ancestros no eran expertos cuando ilustraban sus vidas en las cuevas, y no hay un solo arqueólogo en el planeta que no considere eso arte. Lo que demuestran estas artes de las cuevas es que a través de dibujos “mal hechos” se pueden contar narrativas bastante complejas.

La mayoría de los músicos no saben completamente la teoría y la matemática de la música. Más bien, se saben algunas notas y algunos ritmos y se dejan llevar por lo que sienten, y muchos de ellos mueven estadios completos que cantan sus canciones en unison.

El arte es como el universo expresa sus sentimientos y no tienes que ser un experto para hacerlo. Lo que hace expresar tus sentimientos de una forma artística así no seas experto, es que comunica algo que está en la base de la conciencia humana, que es todas esas cosas que debemos navegar los seres humanos en el transcurso de nuestras vidas. El amor, el despecho, la tragedia, la victoria, la derrota, nuestro entorno, nuestra era, y más. Así que no temas a expresarte como puedas.

Conclusión:

Es imposible vivir en un mundo sin arte así lo queramos. No se puede apagar nuestro espíritu creativo. Viene ligado a nuestro instinto explorador. Entre más lo tratan de apagar, se rebela y sale como una brizna de hierba rompiendo el concreto buscando el sol.

Sigue creando.

Gracias por leer,

Eclipsing Binary