Desde hace poco más de dos años, mi vida ha estado profundamente entrelazada con el mundo de la creación de contenido, especialmente desde que descubrí la web3. Este nuevo entorno digital me ha permitido explorar y expresar mi creatividad de maneras que nunca imaginé. La cultura de mi país, rica en música, artes plásticas, escritura y danza, ha sido una fuente inagotable de inspiración para mis escritos y proyectos.
Desde joven, siempre tuve una inclinación natural hacia la expresión literaria. Participé en varios proyectos y círculos literarios, donde mis amigos y familiares apreciaban mi forma de comunicar ideas y emociones. Aunque no me desarrollé en este campo, estas experiencias tempranas sembraron en mí una profunda apreciación por la palabra escrita. Ademas que siento una pasión inagotable por la literatura, desde niña leía cuanto libro caía en mis manos. Ese placer lo conservo hasta el día de hoy lo que a veces el tiempo no me alcanza.
La influencia de mi madre, una talentosa artesana, también ha sido crucial en mi desarrollo creativo. Ella me enseñó diversas técnicas artesanales, y con el tiempo, me he especializado en la creación de artículos tejidos, amigurumis y bisutería. Además, me apasiona el reciclaje creativo, una técnica que me permite dar una segunda oportunidad a objetos desechados, transformándolos en piezas únicas y llenas de vida. Este proceso no solo es ecológico, sino que también es una forma de honrar la historia y el potencial de cada objeto.
Mi amor por la cultura se extiende más allá de la creación manual. Disfruto enormemente visitar museos, asistir a eventos culturales y teatros, donde puedo sumergirme en diversas expresiones artísticas. Los grafitis y las esculturas, en particular, me fascinan por su capacidad de transformar espacios públicos y contar historias a través de formas y colores.
La fotografía ha adquirido un nuevo significado en mi vida desde que comencé a explorar la web3. Mi hijo, una persona increíblemente creativa con formación en informática, ha incorporado la fotografía en su vida diaria y me ha enseñado valiosos consejos para mejorar mis habilidades. Ahora, utilizo la fotografía para ilustrar mis escritos, añadiendo una dimensión visual que enriquece y complementa mis palabras.
Los procesos creativos en las manifestaciones artísticas que conozco son variados y complejos. En la escritura, por ejemplo, el proceso creativo comienza con la observación y la reflexión sobre el entorno. Cada experiencia, cada interacción, se convierte en una fuente potencial de inspiración. Luego, viene la fase de conceptualización, donde las ideas se organizan y se les da forma. Finalmente, la ejecución implica la traducción de esas ideas en palabras, un proceso que requiere paciencia y dedicación.
En las artes plásticas y la artesanía, el proceso creativo es igualmente fascinante. Comienza con la selección de materiales, a menudo inspirada por la naturaleza y el entorno cotidiano. La transformación de estos materiales en obras de arte requiere una combinación de habilidades técnicas y una visión artística. El reciclaje creativo, en particular, es un proceso que me apasiona, ya que implica ver el potencial en objetos desechados y darles una nueva vida.
La fotografía, por otro lado, es un arte que combina la técnica con la intuición. Capturar el momento perfecto requiere un ojo atento y una comprensión profunda de la luz, la composición y el color. Gracias a los consejos de mi hijo, he aprendido a ver el mundo a través del lente de la cámara, encontrando belleza en los detalles más simples.
Mi viaje en el mundo creativo y cultural ha sido una exploración continua de diversas formas de expresión artística. Cada manifestación artística, ya sea la escritura, la artesanía, la fotografía o la apreciación de otras formas de arte, me ha permitido desarrollar una comprensión más profunda de los diferentes procesos. Estos procesos son una manera de conectar con el mundo que me rodea y con la rica cultura de mi país.