Somos EscribiendocienciaUSCO y estamos participando del concurso Explorando Territorios Cientificos t2 World y DeSci México, a continuación, les platicaré sobre cómo los neonatos de las nutrias gigantes tienen niñera.
Se dice la nutria gigante (Pteronura brasiliensis) divergió de los mustélidos hace 14,4 Ma, considerándose una de las primeras especies en divergir dentro de su linaje. A través de los años tuvieron que desarrollar algunas adaptaciones físicas que les permitieran convertirse en expertas nadadoras y poder sobrevivir en ambientes fluviales fluctuantes como corrientes de aguas rápidas o cascadas. Por lo tanto, se distribuyen por América del sur, en ríos amazónicos, cascadas, lagos y una que otra laguna. Estas adaptaciones y cambios evolutivos en toda la historia de las nutrias, las hizo desarrollar comportamientos sociales complejos, donde incluyen roles protectores, como el cuidado de sus crías.
Por lo general suelen andar en grupos familiares de hasta 6 a 10 individuos. Usualmente deciden hacer todo juntas, comer, jugar, cazar, y dormir. Por lo tanto, necesitan una niñera que cuide de sus adorables crías mientras no están en la madriguera. Una nutria joven se encargará de cuidar a las crías de cualquier amenaza mientras los adultos regresan.
Un día con las nutrias
Esta especie de nutria tiene un horario de actividad de casi todo el día, desde la salida del sol hasta su puesta. La primera tarea al despertar es obtener alimento, para ello, se alejan de la madriguera y buscan en ríos peces para cazar. Como son depredadores oportunistas, pueden llegar a comer cetáceos, insectos y alguno que otro pequeño mamífero. Al ser familiares todo el grupo sale a cazar a excepción de las crías. Al ser muy pequeñas los padres optan por no exponerlas al peligro. Evitando así que las corrientes o alguna otra amenaza puedan alejarlas de ellos. Sin embargo, hasta la puesta del sol van a volver a la madriguera a reencontrarse con sus crías.
¿Cómo solucionan el problema de las crías?
Aquí es donde entra el papel de la “niñera”, los padres deciden cual de sus hermanos jóvenes va a quedarse en la madriguera con ellas hasta que cumplan los dos meses. Al cumplir este lapso, ya pueden salir de la madriguera, aun así, hasta los tres meses pueden acompañar al grupo a cazar, conociendo y aprendiendo la técnica, por al menos dos meses más. Solo hasta los diez meses se convierten en buenas cazadoras.
Función de las niñeras en la comunidad
Los hermanos que se quedan a cuidar a los neonatos, aquellos que se les otorgo su rol de niñera, protegerán y velarán por su seguridad hasta que el grupo vuelva al atardecer. El rol no solo se le otorga un único joven, estos rotan de hermanos para que ellos también puedan acompañar al grupo a cazar y mejorar sus técnicas. Los neonatos nacen con los ojos cerrados hasta los 44 días, siendo la razón por la cual necesitan que estén presentes en esa etapa de su crecimiento.
Aun así, sale el interrogante del cuidado que aportan los padres a los neonatos. ¿Será que si cumplen con su rol parental? Según el Plan de manejo para la conservación de las nutrias (Lontra longicaudis y Pteronura brasiliensis) en Colombia (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2016) las nutrias son muy maternales, protegen a sus crías de cualquier peligro y se consideran agresivas al lado de estas. Son excelentes maestras, les enseñan a cazar proporcionándoselos para que estas mismas desarrollen la capacidad de atrapar el alimento. Además de pasar un rato agradable con ellas jugando y enseñándoles a nadar. Son madres amorosas que están alrededor de un año con las crías, tres a cinco meses amamantando y el resto como compañía. En caso de los machos, los padres, estos no cumplen su rol parental, no proveen protección alguna.
Algunas amenazas que podrían intervenir en este sistema de cuidado, en su mayoría son antrópicas. La contaminación, la caza furtiva, la perdida de hábitat y el cambio climático son principales factores que pueden ocasionar un desequilibrio en el comportamiento y distribución de las nutrias. En la historia evolutiva de las nutrias, han sufrido amenazas por su piel, su carne y por religiones. Aun así, siempre han logrado sobrellevar la situación y adaptarse. Sin embargo, el cambio climático podría ser un afectante en su distribución lo que podría poner en riesgo la supervivencia de las crías. La nutria gigante y junto con otros mustélidos pueden retrasar su proceso de gestación con el fin de tener unas mejores condiciones ambientales. Esta especie opta por dar a luz en época de sequía, ya que les facilita encontrar alimento. La aceleración o retraso de fenómenos ambientales, podría perjudicar este ciclo reproductivo.
Pérdida de hábitat, biodiversidad y contaminantes fisicoquímicos
Las acciones antropogénicas son de los principales generadores de perdida de los hábitats y la diversidad de muchas especies de animales. Las construcciones hidroeléctricas afectan todo un ecosistema acuático, y a pesar de ser consideradas “sanadoras de este mundo marino”, no tienen la posibilidad de prevenir ni prepararse contra la disminución de sus fuentes hídricas y recursos. Se ven afectadas día a día por el aumento de estas sustancias contaminantes, afectando las características fisicoquímicas del agua y a su vez exponerse a estas toxinas, alimentarse de peces contaminados, causaría un envenenamiento temprano o tarde, causando enfermedades críticas. Entre los más fuertes, se encuentran los más débiles, las crías. Aquellas sustancias pueden provocar enfermedades que afectan a su desarrollo, bajando su tasa de sobrevivencia. Las madres que estén amamantando podrían enfermarse y no aportar los suficientes nutrientes para que puedan generar defensas.
Las nutrias son bioindicadores, al presentarse como ausentes en una zona considerada hábitat y se frecuentaba observarlas, posiblemente las aguas y el ecosistema ya no tienen los parámetros apropiados para establecer un hogar en él. Indica un posible contaminante o una variación en su distribución debido a cambios ambientales.
Las crías y sus niñeras hacen parte de un sistema de protección que las mismas nutrias crearon, intervenir, perjudicar o alterar este sistema, tentaría con la vida en general de estos individuos. Podría causar graves afectaciones en su ciclo reproductivo y sus etapas de desarrollo. Por ende, proteger esta especie, las fuentes hídricas, la biodiversidad y disminuir la contaminación, son ayudas que podemos aportar. Seguir apreciando el maravilloso y curioso comportamiento parental con sus crías, depende de que tan importante o valioso consideremos que se debe proteger y velar por su cuidado.
Referencias
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