Fenix. La Resistencia Humana

En el año 2550, para los habitantes de Fenix , sus vidas había cambiado drásticamente. Un evento conocido como "El Gran Desconecte" había ocurrido, dejando a este pequeño pueblo sin acceso a la tecnología avanzada. Este suceso convirtió a Fenix en el único lugar del mundo que se vio libre del gran cataclismo provocado por el hombre y su obsesión por crear vías de comunicación e interpretación cada vez mas avanzadas , las que empezaron con un simple telefono para saludar y saber de familiares y amigos , pasando por las controversiales IA, aclamadas y apreciadas por unos, desdeñadas y criticadas por otros, hasta llegar a la NeuroRed Omega que prometía potenciar las habilidades humanas con su ayuda .

Tanto fue el desarrollo alcanzado por NeuroRed Omega que logró lo impensable, penetrar al cerebro humano, hasta dominarlo y controlarlo, dejándolos sin voluntad propia. La humanidad se encontraba atrapada en una red de conexiones neuronales artificiales, donde la comunicación interpersonal había sido reemplazada por interacciones digitales y frías.

Sin embargo, en este pequeño rincón del mundo, vivía un anciano llamado Amilso que se resistía a esta tecnología invasiva, como así su padre y el padre de su padre ..., esa aversión fue de generación en generación . Desconfiado de los avances que prometían una vida más fácil pero menos humana, había preservado y mejorado algunas herramientas que venía desarrollando su familia hacía varias generaciones . Él había puesto su máximo empeño en combatir la NeuroRed Omega , impidiendo quedar atrapado en su red , además uno de sus objetivos primordiales era salvar la humanidad , así como el tesoro más preciado que tenía sus nietos Ana y Lucas Amilso había terminado de desarrollar una herramienta secreta, iniciada siglos atrás y la llamó el Desvinculador Ancestral. Este dispositivo, creado con una mezcla de tecnología antigua y sabiduría, tenía la capacidad de desactivar los chips neuronales implantados en los cerebros humanos. El Desvinculador funcionaba emitiendo una señal que interfería con las conexiones artificiales, rompiendo el vínculo entre los cerebros y la NeuroRed Omega. Una noche cuando Amilso junto a un grupo de jóvenes, que eran sus discípulos , consideró que las condiciones estaban creadas activó el Desvinculador y comenzaron a liberarse las personas de sus implantes neuronales. A medida que más y más personas eran liberadas, la comunicación humana directa comenzó a florecer nuevamente.

Las calles de Fénix, antes silenciosas y desoladas, se llenaron de risas y conversaciones. Los teléfonos, redes y cualquier forma de comunicación no humana fueron desechados, y la humanidad redescubrió el valor de la conexión interpersonal. La NeuroRed Omega, privada de su control sobre los habitantes del pueblo, se desmoronó y desapareció de la memoria colectiva. Fue desterrada de la mente la posibilidad de comunicación que no fuera interpersonal en Fenix

Se realizó una gran fiesta, la Fiesta de la Amistad. Las familias se reunieron en la plaza central, decorada con luces y flores. Había música en vivo y todos bailaban juntos. Ana, muy curiosa, le preguntó a su abuelo:

- Abuelo, ¿cómo era antes de "El Gran Desconecte"?

- Era todo muy diferente, querida. La gente estaba siempre ocupada con sus teléfonos y computadoras. Pero ahora, tenemos algo mucho más valioso, el tiempo para estar juntos.

Muchas veces Ana y Lucas subían a una colina junto a la casa ,mientras el sol se ponía, Ana miraba incansablemente al horizonte y posaba su mirada tras los cerros , dónde en su cabeza sabía que la vida se extendía y iba a otros ritmos y se preguntaba siempre en voz muy baja:

- ¿Qué nos deparará el futuro?

Lucas, que siempre la escuchaba con una sonrisa enigmática, respondia:

- No lo sé, Ana. Pero mientras estemos juntos, y aprovechemos todo lo que nos enseña nuestro abuelo lo enfrentaremos.

Y así, con la incertidumbre del mañana y la certeza de su entrega, los niños siguieron jugando, dejando que el misterio del futuro se desvelara con el tiempo.