Divagaciones sobre el continuo presente

Domingo, 2 de agosto de 2020

Introducción

Me propongo una escritura que imponga su propio ritmo, su propio camino y, por ende, su propia forma. Podrá verse como fragmentos de ideas aleatorias plasmadas en una hoja. Sin embargo, tiene una intención holística, esperando que el lector, al final, pueda substraer una idea general que revele de alguna forma parte de mi inconsciente y, por consiguiente, un “todo” donde los diferentes retazos aquí escritos se configuren en la creación de una nueva idea o sensación.

Mediante este método de escritura, pretendo expresar y plasmar mi percepción de el aquí y el ahora, ese concepto o sentimiento que se revela como un presente incontenible, diluyéndose como el agua en nuestras manos, propenso al error. Y que, pienso yo, surge como un torrente de creación irreflexiva de la existencia. Es imposible imaginar el movimiento de nuestros cuerpos sin que esta idea nos atraviese y nos transforme.

Sobre la ilusión de lo estático

Cuando se piensa en algo fijamente, es imposible que esta idea permanezca inmutable; por el contrario, siempre nos acercamos a ella desde diferentes perspectivas, todas estas afectadas por sucesos que acontecen en nuestra vida. La imposibilidad de la inmutabilidad es algo con lo que debemos vivir, ya que nuestra naturaleza se basa en el movimiento y transformación constante; sin embargo, factores externos y pensamientos sintetizados, formulados por intereses particulares, que con el tiempo se han forjado como sistemas económicos, religiosos y, por lo tanto, en un sistema de creencias que día a día es propagado por los grandes medios de comunicación al servicio de dichos intereses, nos dan información contraria y confusa que nos distrae de la constante universal: el movimiento.

La idea de “posesión”, tan actual e incentivada por este mundo convulsivo, es uno de los ensayos fallidos que intenta acercarse al concepto de lo estático, de lo “seguro” y “fijo”.

Vivimos en una eterna dualidad entre dominar viejos conocimientos y adquirir nuevos, sin darnos cuenta de que debemos soltar y transformar lo que obtuvimos en algún momento para que puedan entrar diferentes hilos de información a través de nosotros. Creo que algo similar sucede con los sucesos en nuestras vidas, si no soltamos esas ideas que consideramos inalterables, no dejaremos espacio para que otras ingresen y trasciendan en nosotros; por cierto, generalmente estas nuevas ideas y sucesos nunca son cómodas, al menos al principio.

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Martes, 11 de agosto de 2020

Las artes vivas: evidenciando el devenir

Cuarto de estudio

La guitarra suena mejor de como se ve...

Guitarra Silla

Tomo la guitarra, me acomodo y me dispongo a tocarla

sentarse

Brazo izquierdo al diapasón

Brazo derecho recostado encima de la caja de resonancia, disponiendo mi mano relajadamente por encima de las cuerdas

Dedos de la mano izquierda en punta, con la firme intención de presionar los trastes y cuerdas que les ordene:

dedo 3, cuerda 5, traste 10
dedo 2, cuerda 4, traste 9
dedo 4, cuerda 3, traste 12
dedo 1, cuerda 2, traste 7
Posición fija en disposición para realizar un arpegio

Acorde sumamente incómodo
para mi pequeña mano; vale la pena, solo quiero
alcanzar esa sonoridad.

Teniendo el acorde en posición fija con mi mano izquierda, sitúo los dedos de mi mano derecha previendo un sietesillo que se avecina, seguido por una negra y su calderón:

dedo pulgarcuerda 6, 5 y 4
dedo índicecuerda 3
dedo mediocuerda 2
dedo anularcuerda 1 (al aire)
dedo mediocuerda 2
dedo índicecuerda 3

Tóquese en ese estricto orden

Me siento satisfecho, el arpegio
suena fluidamente mientras pienso y siento
en su sonido... un momento, ¿qué nota
sigue?, ¿a dónde dirijo mis dedos? Mientras
sentía la agradable vibración de la guitarra
olvidé mi propósito: continuar con la interpretación de la
pieza musical.

Afortunadamente me sucede esto
mientras estudio y no en
un concierto en vivo, aunque ya me ha pasado que esa
agradable sensación de olvidar que estoy
tocando mientras toco, me invade y, en el
momento en que mi mente se hace
consciente de la interpretación musical, me
inhabilita y olvido anticipar los movimientos
venideros y, como resultado, se interrumpe
su fluidez.

Estudiando el primer arpegio de la pieza musical Danza para olvidar el tiempo del compositor colombiano Ramiro Isaza.

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Lunes, 24 de agosto de 2020

Estados alterados de conciencia

La ilusión de lo estático es a la cotidianidad como el...

El movimiento como una constante en nuestras vidas se...

Ese sometimiento al movimiento en el que nos vemos...

Tal vez sean los que permiten girar
unos cuantos grados el eje de la percepción
cotidiana (de la realidad) ... se puede llegar
a ellos de distintas formas, unos lo hacen
por medio de la meditación, otros consumen sustancias
(con o sin razón), incluso las
fallas de salud nos pueden conducir a ellos.

Cuerpos voluminosos
masas disformes
sensación de contacto sin contacto
mucho espacio
cuerpos palpitantes
cuerpos vivos
polifonía de latidos
homofonía de movimiento
ejerciendo
gravedad
sobre
los otros

Quisiera agregar un accelerando desde
“cuerpos palpitantes” hasta
“los otros”; las palabras suenan.

Bien escribe Burroughs:

Un cuerpo solo existe para ser otros cuerpos.
Burroughs S, William. La Revolución Electrónica (pag. 80). Caja Negra, 2009.

Nos recuerdan para bien o para mal los
múltiples presentes.

Acerca de lo cotidiano

...Y ciertamente, cuál es el sentido de la vida, sino deleitarse con las sutilezas que ella nos brinda; por qué sorprenderse solo con lo voluminoso y pomposo, si en los ínfimos cambios que suceden a cada instante es donde realmente existimos.

Si la vida se rigiera por alguna sintaxis, esta se tejería en lo cotidiano, en pensamientos convertidos en acciones que van tallando recuerdos, impresiones, siempre propensos al movimiento corporal, repercutiendo así en la otredad; movimientos metafísicos que, pareciera, resuenan toda la vida.

Pensar lo cotidiano como estático es tan absurdo como imaginar el silencio absoluto; cuando intentas sentirlo, te das cuenta de su inexistencia (en lo perceptivo, solo existe como concepto) y por más que lo intentes, todo se mueve y, por ende, todo vibra, resuena, repercute, toca al otro, a veces de forma rápida y evidente, otras veces, de manera casi imperceptible.

Es la evidencia del presente, la evidencia del movimiento.

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Martes, 1 de septiembre de 2020

Sonido, resonancia y movimiento

Así como la escritura es dibujo, las palabras, cuando se pronuncian, se convierten en sonido; y como sonido las podemos organizar bajo una sintaxis no necesariamente literaria.

Propongo este segmento del escrito como un ejercicio de lectura en voz alta, o baja (como guste el lector/lectora), lo importante es pronunciar cada una de las palabras. Que suenen, que vibren.

ISBN-978-958-53048-0-2-Remembranzas-Danza-Escritura-en-Movimiento

Reléase de ser necesario.