Trayecto a un terrario digital
Durante la pandemia, como muchos otros, me encontré buscando maneras de mantener mi mente ocupada, mi pasión por aprender y la curiosidad me llevaron a explorar cursos cortos que abordaran la intersección entre el arte y la tecnología. Pero lo que comenzó como una huida de la realidad pronto se consolidó como una pasión.
Por primera vez (desde que recuerdo) comencé a hacer collage, nunca antes había sentido interés por ese estilo más allá de que me parece algo bonito, editorial, pero lejano a lo que siempre me caracterizó que fue el dibujo, el video y la fotografía. Puedo afirmar entonces que todo empezó en ese primer collage, donde convergen minerales, plantas, hongos, Lavanda (una gata parda) y Anturio (un gato negro).
Me percaté como a lo largo del tiempo había capturado innumerables momentos con mi teléfono: atardeceres, gestos encantadores de mis gatos, flores nuevas en mi jardín, flores nuevas en mi maleza.
—Compartimos ese impulso constante por fotografiarlo todo,
mal de época—
Sin embargo, estas imágenes se habían perdido en las profundidades de mi galería, destinadas al olvido y recordadas solo por las notificaciones automáticas de la App de fotos de mi teléfono. Traerlas a un formato de composición para un collage fue un momento expectante, innumerables archivos esperando a ser elegidos.
SERIE 1: DIGITAL CAT´S TERRARIUM
Comencé a tomar más fotos de plantas, fui consciente del reiterado gesto de capturar:
la misma flor,
la misma suculenta,
ser paparazzi de mis gatos.
Acumular, guardar, atesorar, un banco de imágenes que ya no ojeo,
pero sé que están ahí, esperando a ser borradas, usadas o simplemente recordadas.
Después de varios ejercicios de collage empezaron las concordancias, plantas ornamentales, minerales, maleza, gatos, hongos…Estos collages atravesaron por un filtro de una App, se saturaron de color alejándose cada vez más de la realidad, entraron a la irrealidad estética, esa que Instagram jamás censurará, —tal vez, registrará como un estilo—
A raíz de ese tratamiento de color comenzaron a llamar la atención de mis pocos seguidores y mis nuevos “cripto amigos” a los que llegue debido a mi interés desbordado por conocer todo lo mainstream que pasa al rededor del arte. Recibí mucho apoyo por lo que estaba haciendo, no lo esperaba, otros lo apreciaban como arte, pero yo, de hecho llevaba casi 10 años alejada de la palabra arte.
¿Podría convertirse esto en un archivo digital? mi única certeza era que cumplía los estándares para ser publicado, tener su respectivo like y ¿por qué no? tokenizar.
En ese punto dio un giro la exploración, naturalmente abordaba el tema de la botánica, lo enigmático, tierno y embrujador de los felinos, pero me faltaba algo, así que decidí darle un toque de tensión a través de una pseudociencia: la alquimia. Para ello me apropié del concepto "Terrario Digital” lo tomé como excusa creativa conectando saberes e intereses en la biología, el arte y la tecnología, promoviendo así la apreciación por la naturaleza desde otro enfoque.
—Terrario pasó de ser palabra, a ser el eco de una voz—
Terrario,
esa cúpula de cristal que encierra un ecosistema y lo controla,
para asegurarlo, preservarlo en el tiempo,
la vida como un experimento estético,
de control.
Bueno, la exploración no estructurada continuó. Hago, hago y hago, a ver qué pasa, no tengo ningún tipo de presión social ni artística, que a fin de cuentas es más presión social.
SERIE 2: IN THE DEPTHS OF THE D.C.T.
El color
Desapareció ese filtro vibrante lleno de luz y color, las imágenes ahora se oscurecen, se llenan de bruma, vapor, las capas ya no se exponen, se ocultan tras una bruma que empasta la composición.
En estas series NFT "Terrario Digital para Gatos” las imágenes son cuadradas y se enlazan en una continuidad espacial a modo de piezas de rompecabezas, suman niveles a veces de manera vertical, otras veces en profundidad.
Tanto en la serie 1 y 2 de piezas tokenizadas todos los minerales y plantas efectivamente pertenecen a un lugar, de hecho en una de estas piezas se menciona el número de minas a cielo abierto que se registran para el año 2020 en el territorio de Colombia. Es a partir de esta georreferenciación donde comienzo a construir un puente entre la realidad y la ficción fundamentada en datos y paisajes del país, por ejemplo las piedras e instrumentos de explotación minera son fotografías que hice en una visita al Museo de Minas de la Universidad Nacional (Colombia - Medellín) además, las plantas que uso para la composición pertenecen a lugares que he habitado, en su mayoría ubicados en el oriente antioqueño del país.
El texto como reto
Hasta hoy el texto me resulta un reto. Al principio, fue un impulso de encriptar mensajes en la imagen, comencé a nombrar personajes y propiedades de elementos, acertijos con datos, números, fechas y nombres técnicos, pero con el tiempo, el texto se transformó. Se volvió más sonoro, más poético y a menudo abstracto. Tomó voz propia, es conversación, incoherente y poco elocuente, pero,
—que más elocuencia se puede esperar de 2 gatos, insatisfechos con sus realidades, exploradores, ambivalentes entre el miedo y el valor, entre la realidad y la ficción—
Esta imagen a continuación, Operari es un ejemplo de conversación entre Lavanda y Anturio.
Hoy, esta serie de collage y dibujo son la materialización de esta exploración, inesperada y apasionante, su proceso refleja una constante donde todo fluye a través del cambio, se transformó y si estás leyendo esto en T2 es porque continúa su exploración con el objetivo de adaptarse a nuevas ideas, comunidades, expresiones y formalizaciones.
La tecnología de tokenización blockchain me ha permitido hacer experiencias como la de la siguiente pieza, a medida que un usuario la compraba yo con el registro de la cuenta de Twitter asociada a la wallet respondía al comprador con un mensaje: un pensamiento michi. La imagen tiene 10 ediciones y para cada comprador existe un mensaje diferente, rimas de palabras un tanto oscuras que caracterizan a Anturio, el gato sombra, el gato protector.
Algunos de lo mensajes del michi Anturio en X
La fenomenología del "Terrario Digital para Gatos" es un repositorio de mis intereses, percepciones de la realidad y un juego de experiencias con personas de diferente latitudes, a pesar de mi poca interacción social tanto en el real-life como en la redes sociales, en los espacios web3 he encontrado el no lugar para transitar entre la conciencia, las múltiples realidades, compartir con otros miedos y preocupaciones alrededor de la degradación y alteración de un ecosistema.
Para finalizar, anhelo que los que compartimos este sentimiento logremos contagiar y expandir a otros una percepción diferente del mundo y la naturaleza, podemos maravillarnos en lo conocido y lo desconocido. Además estas conversaciones nos posibilitan aparcar en espacios de misterio entre la biosfera y la tecnosfera.
Si después de leer se te antoja comprar algún NFT de la serie "Terrario Digital para Gatos" te comparto algunos links.
Colección en Zora
Colección en Objkt
Colección en Knownorigin
Gracias por leer