Crecer me hiso ver que no soy el más alto, no soy el más fuerte, no soy el más inteligente, no soy el mejor. Esto al principio trajo conflicto. Después crecer también me hiso ver que no necesitaba ser el más alto, no necesitaba ser el más fuerte ni el más inteligente ni el mejor. Hoy crecer me está enseñando que no necesito tampoco tener a mi lado a los más altos, los más fuertes, ni a los más inteligentes ni a los mejores. Hoy crecer me enseña a valorar lo bueno y lo malo en mi y en quien sea que tenga a mi lado. Porque todos apreciamos a esa persona que no ejerce un juicio de valor sobre los demás y simplemente acepta como somos. Todos necesitamos sentirnos incluidos y dar ese espacio al otro es lo más sencillo y amable que podemos hacer por alguien. Prestar oído, dar un abrazo, dar una caricia, un apretón cercano. Hoy crecer me está enseñando a ser mejor que yo mismo y que esa es la única comparación que vale la pena dejarle hacer a mi mente.