Creo que debo iniciar esta idea nounish con lo que me sucedió durante la pandemia. Todo comenzó una semana antes de que declararan cuarentena nacional en mi país, mi familia y yo habíamos decido tomarnos unas vacaciones y pasar el tiempo en casa de mi hermano, en la capital de mi país. Llegamos ese día temprano y todo iba de maravilla hasta que declararon cuarentena y cerraron todas las calles. Estaba prohibido salir del estado, lo que significaba que no podíamos volver a casa durante un periodo desconocido. Así pasaron los meses, y aunque teníamos miedo por la amenaza de la epidemia, todo marchaba suficientemente normal, ya que seguíamos las normas de prevención que emitían por todos los medios.

Y entonces llegó la noche de terror. Imagínense recibir una llamada a las 9 de la noche de una persona totalmente desconocida. En esos tiempos, en mi país existía una banda que amedrentaba a los ciudadanos por teléfono, los malhechores llamaban desde números desconocidos para amenazar a las personas. Debo confesar que estaba intrigado y también nervioso. Pero me decidí a contestar por la insistencia. Preguntó por mi nombre: “¿Es usted el señor Jose Adams?” Asustado, respondí “Si”. Yo desconocía su voz. La persona después de presentarse educadamente, me indicó haber encontrado mi número de teléfono en un pedazo de papel junto a una serie de documentos que habían lanzado a su patio, los cuales las lluvias ya habían desmoronado. Un frío desagradable recorrió mi espalda y me temblaron las piernas.

Bueno, para no hacer largo el cuento, descubrimos de la peor manera que unos rateros se habían metido en nuestra casa y se habían llevado muchas cosas, entre ellas mi historial académico, certificados, diplomas, títulos, referencias laborales y cartas de recomendación, etc. ¿Se imaginan perder todo eso?

Se preguntaran: ¿Por qué se llevaron tus documentos? Pues porque, como dice el título de esta publicación, todos esos documentos estaban guardados en un portafolio; uno muy bonito por cierto, que había comprado hace mucho y que además de ser llamativo, tenía una combinación. Los hampones, al verlo, de seguro habrán pensado (cuando lean esta parte, pongan una voz grave y tenebrosa):

“Aquí es donde el dueño debe guardar la plata, el dinero, los billetes”

Y, pues, se llevaron el portafolio y supongo que al darse cuenta que solo contenía documentos y papeles sin importancia, lo habrían arrojado con rabia y decepción. Pues solo una parte de ellos cayeron en el patio de aquella señora que me había llamado aquella noche. Así que perdí todos mis documentos. Creo que no es fácil recuperar un título de ingeniero, y mucho menos los certificados y diplomas que había acumulado durante años.

Cuál es la idea de todo este cuento de terror. Pues, que esta situación dio origen a una idea. Pensé ¿habrá alguna forma de registrar nuestros documentos más importantes en algún lugar donde nadie los pueda dañar y que perduren por el resto de la eternidad?

¿Existe alguna forma segura, privada, encriptada y que además sea indestructible?

¿Les suena conocido algo parecido?

Si no es así, “sigan viendo”...⌐◨-◨

Cuando entré en este concurso, jamás había escuchado la palabra nounish. Fue hasta que leí (varias veces) el post de @anaphant y visité a la comunidad/proyecto nouns.wtf, que entendí su sentido (soy un poco lento para entender conceptos nuevos). Nounish es todo ese conjunto de ideas innovadoras que generan un impacto positivo en la comunidad y en la vida, para que el mundo sea más próspero y colaborativo, sin importar lo alocadas que sean.

Enfocando mi idea en el mundo del Blockchain.

Imagen de Maicon Fonseca Zanco en Pixabay

Pero conozcamos más acerca de la tecnología del blockchain antes de definir la idea que tengo. Todo comenzó con el nacimiento del Bitcoin, esa misteriosa moneda digital que está poniendo en jaque al sistema financiero convencional actual, arcaico y centralizado. Esta moneda digital o criptomoneda definió la tecnología del blockchain, una serie de bloques de información enlazados y replicados por todo el internet, cuya información es imborrable, indestructible y descentralizada.

¿Cómo se logra esto? Para no caer en tecnicismos, digamos que todo esto se logra a través de la criptografía, la ciencia o el arte de proteger la información mediante la transformación de datos legibles en un formato totalmente ilegible, todo esto para evitar que personas no autorizadas puedan acceder a ella. Las ventajas más resaltantes que permite la criptografía son:

  • Confidencialidad: Asegura que solo las personas autorizadas puedan acceder a la información.
  • Integridad: Garantiza que la información no haya sido alterada o modificada por personas no autorizadas.
  • Autenticación: Permite verificar la identidad de las partes que se comunican.
  • No repudio: Permite verificar que un emisor haya enviado un mensaje o que un receptor lo haya recibido. De esta manera ninguno de los dos puede mentir al respecto.

Los avances tecnológicos continuaron, surgiendo así una nueva moneda digital o criptoactivo llamado Ethereum, cuyo blockchain permitía crear contratos inteligentes, con los cuales se podían ejecutar programas informáticos automáticamente en una blockchain sin la necesidad de la intervención humana. De esta manera se podía realizar tareas como:

  • Transacciones financieras (préstamos, pagos, seguros, etc.)
  • Gestión de la cadena de suministro
  • Votaciones y elecciones
  • Gestión de derechos digitales
  • Administración de propiedades y alquileres

Naciendo así, un nuevo mundo de aplicaciones descentralizadas basadas en la tecnología del blockchain.

Mi idea, finalmente, es hacer uso de esta tecnología para guardar todos nuestros documentos, tales como: títulos, reconocimientos, certificados, diplomas, etc., en formato digital en el blockchain. De esta manera quedarían protegidos por siempre. Así nuestro currículo podría estar accesible para todo el mundo, y de este modo, las compañías tendrían una forma de verificar nuestro grado, status, nivel o conocimiento; además certificado por el blockchain.

Imagino una aplicación que guarde los documentos como NTFs, tokens no fungibles. Los NFTs son una clase especial de criptoactivos que representan la propiedad de activos digitales únicos e irremplazables. De esta manera se podrían escanear o digitalizar los documentos y convertirlos en NTFs, asegurando así su unicidad (su capacidad de ser único y diferente de los demás) y la propiedad indiscutible de su autor. Haciéndolos imposibles de robarlos, modificarlos o borrarlos.

Otra ventaja fundamental de hacerlos NTFs es la capacidad de transparencia: El historial de transacciones de un NFT es público y verificable en la blockchain.

A través de esta aplicación, puede demostrar que los documentos son de nuestra propiedad y a demás, través de ella se pueda compartir nuestra información a cualquier compañía o entidad pública o privada acerca de todos nuestros logros, grados, credenciales académicos, diplomas y certificados.

Es fundamental que esta aplicación valide la información del usuario antes de convertirla en NTFs y guardarla para la posteridad.

Sería genial tener este tipo de aplicación a la mano. Quizás en un futuro no muy lejano se haga realidad y podamos tener la certeza de que nuestra información es reconocida a nivel mundial y protegida por la maravillosa tecnología del blockchain.

Gracias por visitar

Hasta la próxima…

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Esta publicación forma parte de primer cohorte de escritores de Nación Bankless, al estilo nounish